lunes, 21 de marzo de 2011

ENTRE ELS MURS

La República Francesa del segle XXI, la dels cotxes cremants als suburbis i la decadència de la generació il·lustrada parisina postmaig del 68. L’Europa de la moneda única i del sistema capitalista en crisi. La Classe de Lauren Cantet com una revisada República de Plató ens convida fer un tast de l’art de la xarrada aparentment no coordinada, el debat, la confrontación de temes.
El fet que un institut com el que es reflexa a la pel·lícula siga molt més multicultural i tinga peculiaritats que no coincidisquen potser amb les que tindria si havera sigut feta a Espanya té una importància mínima, les desigualtats són igualment el pa de cada dia. Hi ha que entendre l’educació en sentit ampli, incloent-hi la publicitat, per vore que la realitat socio-econòmica va de la mà d’un procés d’inculturalització que provoca que un jove de classe baixa tinga un concepte de rebel·lia i independència personal totalmente desvirtuat. I això és una quesito d’educació, de transformación social i de mentalitat. No pot ser que el mateix sistema que diu agafar-se els cabells per les problemàtiques de certes actituds de part de la joventut a la vegada mantinga un sistema educatiu (repetisc, en sentit ampli) que alimenta ixa desvirtualització de valors. 

Desigualdad Social

La estructura social de hoy en día se rige en muchas ocasiones por los medios de comunicación a los cuales estamos sujetos. Podemos tomar como un claro ejemplo la lucha de las mujeres hasta llegar al punto en el cual nos situamos. Sin embargo, todavía esta lucha no está ganada del todo, un ejemplo de ello serían aquellas mujeres que poseen un salario inferior a los hombres.
Con una herramienta como es la publicidad se ha intentado frenar esta desigualdad de sexos, pretendiendo en los televidentes un cambio necesario.
A continuación, veremos claros ejemplos de cómo esta herramienta además de ajustarse a la situación actual ha intentado adelantarse, mostrándose en muchas ocasiones como la ruptura del tópico al cual la sociedad se ha visto ligada, un ejemplo de la ruptura del tópico serían los anuncios que Oliviero Toscani hizo para Benetton.
En primer lugar, veremos un impactante vídeo donde se anuncia Coñac Soberano; en éste, una mujer acude a una vidente para que le explique por qué su marido se comporta mal con ella (refiriéndose a acciones como: marcharse sin despedirse, no hablarle durante días o incluso pegarle) la respuesta de la vidente es que al llegar a casa ésta no le servía una copa de Coñac Soberano.
En segundo lugar, podemos ver un anuncio de un hombre en el cual éste aparece poniendo la lavadora. Esta campaña, titulada “Ellos también pueden” tiene como protagonista tanto al género masculino como al femenino. El anuncio pretende fomentar la igualdad animando a los hombres a que las tareas del hogar están a cargo de todos. Una imagen cada vez más común en nuestras casas, pero que además aporta un toque de esperanza en la lucha de la igualdad.
Con ello podemos observar la evolución de la sociedad hacia una estructura más igualitaria. Sin embargo, y a pesar de los avances que se hayan podido dar, también podemos observar como en ocasiones ni la propia sociedad ni la publicidad avanzan como esperábamos. Castigan gravemente la desigualdad llevando a cabo actos como el que veremos a continuación en el anuncio de Bruno Banani, donde el hombre aparece como un ser superior, con dos mujeres a su alrededor, tratadas como meros objetos sexuales, sin ni tan siquiera mostrar sus rostros, destacando sobre todo sus senos.
Un ejemplo de la sociedad de hoy en día, que además podemos ver en la película “La Clase”, es el momento en el cual el profesor llama “golfa” a dos alumnas. En este caso en adjetivo calificativo “golfa” adquiere una connotación negativa, sin embargo, si la palabra hubiera sido masculina, significaría vago o poco trabajador. Esto mismo, sucede con numerosas palabras de nuestro vocabulario.
En conclusión podemos ver como la publicidad en ocasiones se muestra como un avance social, el ejemplo de la lavadora Puntomatik, pero que en otras, se muestra como un fuerte potenciador de ideologías y desigualdades. Por tanto, tanto el publicitario (o resto de comunicadores) como la sociedad en general deben tener bien claro dónde estamos, dónde queremos llegar y cual va a ser el camino.

Desigualdad social... ¿nos suena a chino?


El concepto de desigualdad social no nos «suena a chino» a ninguno de nosotros. No se trata de haberlo oído en pocas o en muchas ocasiones, sino que formamos parte de él. En otras palabras, estamos dentro de este concepto tan abstracto como real. Somos desiguales como individuos y somos desiguales en cuanto a sociedad que constituimos todos con todos.
Como vimos  en las anteriores entradas en Cuentos de Quimera, consideramos que la publicidad adorna y refleja estas desigualdades sociales de las que hablamos. Y es que cuando hablamos de desigualdades sociales estamos haciendo referencia a las desigualdades de influencia económica y material. Por tanto, y bajo mi punto de vista, la publicidad es una potente herramienta social que estrecha la distancia existente entre la riqueza y el poder de influencia.
Y es que la comunicación comercial es experta en aquello que se conoce como «segmentación del público objetivo». Es decir, el tipo de comunicación se dará según el nivel de riqueza (y con ello el poder de influencia) que corresponda al público al cual se dirija. Así, la publicidad de la conocida marca de relojes Rólex, seguirá un estilo y un tono específico con el que se identifique un público con nivel adquisitivo medio-alto. Mientras que la publicidad de la marca deportiva Decathlon seguirá un tono y un estilo desenfadado, acorde al público objetivo al que se dirige; población con un nivel adquisitivo medio-bajo.
Por otra parte, y para finalizar, las desigualdades que definen la estructura social española no son tan diferentes de otros países vecinos. Éstas vienen marcadas en su mayoría por las de nivel económico y material (como hemos visto en los ejemplos anteriores), pero también existen desigualdades en derechos, en oportunidades, etc.
Un ejemplo de sociedad desigual es la que se muestra en la película de Laurent Canet La Clase. En ella la comparación, y con ella la metáfora es bien clara: se muestra una comunidad educativa en representación del conjunto de la sociedad francesa. Por lo que se muestran los conflictos existentes entre los diferentes estatus de poder o la multiculturalidad que caracteriza a la sociedad francesa, entre otros.

Desigualdad Social




Sabemos que hay muchísimas diferencias en el acceso a los recursos o servicios en la sociedad. Estas diferencias, pueden ser en razón al estatus en la sociedad del individuo o de sus cualidades. Como destacamos, en anteriores entradas, las sociedades están divididas en clases o estatus sociales, que se definen como los agrupamientos e individuos con posiciones similares y con semejantes intereses políticos y económicos. A diferencia de otras sociedades la nuestra, presenta posibilidades de movilidad, de una clase a otra.

Para intentar frenar y disminuir estas,  los diferentes Estados, disponen una serie de recursos. Ofrecen una serie de servicios públicos, que los ciudadanos pagamos con nuestros impuestos, en razón de nuestros ingresos y consumo, garantizándonos, por ejemplo, el acceso a la sanidad o la educación.

La educación, es uno de los sistemas públicos más importantes en una sociedad, es, el lugar, en que se forja el futuro de un país, construye a los futuros ciudadanos que mantendrán la estructura organizativa del mismo.

En el film La Clase, de Laurent Canet, podría considerarse una pequeña historia sobre el día a día de una clase de instituto, con sus clases, sus alumnos, profesores y problemas.  Al fin y al cabo, este film-documental, lo que se refleja es la multiculturalidad de la sociedad francesa y el sistema de educación que se utiliza. Aquí, observamos tres tipos de desigualdad, estatus o prestigio, influencia (económica y material) basadas en el poder (en este caso, burocrático). Basamos esto fundamentalmente en las diferencias de clase social de los alumnos, en su mayoría inmigrantes o hijos de inmigrantes, procedentes de un barrio marginal de París y sus profesores, en su mayoría blancos y con mayor estatus económico.



Las semejanzas con el sistema y la situación que vivimos en España, en los últimos años, son evidentes, dada la inmigración, las aulas se han llenado de alumnos con diferentes culturas y creencias, haciendo difícil la convivencia en las mismas, un ejemplo podría ser la polémica sobre el uso del pañuelo en las aulas. Los inmigrantes, en su mayoría, disponen de menores recursos, por lo que suelen habitar los barrios más humildes, sea por racismo o no, no se les ofrecen las mismas oportunidades financieras ni de trabajo. Todo esto provoca la incrementación de las desigualdades de oportunidades. Al igual que en el film de Canet , estas aulas, son un reflejo de la sociedad, trasladándolo a la misma, el problema en este caso sería el uso del burka en edificios públicos. Muchas veces los barrios con menores rentas son los que disponen de menores servicios públicos, un ejemplo serían, las bibliotecas o servicios de transporte.

Las aulas son reflejo de la sociedad, y la sociedad se refleja muchísimas veces, en  buen y mal sentido, en la publicidad. La forma de conseguir comunicarse con un determinado público objetivo es identificar y resaltar sus características, sus diferencias con los demás.

A través de la publicidad, podemos detectar las desigualdades sociales, fundamentalmente las que tienen que ver con la influencia económica o material de las personas,  ya que simplemente el coste de un producto lo hace accesibles a unos y a otros no. Pero la comunicación publicitaria es utilizada por las instituciones gubernamentales también, ya sea dar a conocer medidas sociales o hacer recomendaciones a la misma.

Algunas campañas publicitarias institucionales podríamos destacar los siguientes:
En el terreno de la erradicación de las desigualdades:
-          Contra el machismo
En el terreno de la educación:
-          Contra la drogadicción 
-          Seguridad vial

domingo, 20 de marzo de 2011

Mostración de la desigualdad social según el tipo de anuncio

En el acto publicitario se refleja en gran medida el entorno de creación del anuncio, es decir, al  contexto y por ende tipo de sociedad al que pertenece éste. Una del as características que definen a una sociedad son las desigualdades que podamos encontrar en ella. Un tipo de desigualdad es la económica que define en gran medida a la sociedad distinguiendo en ésta diversas clases sociales.

En la publicidad, una de las herramientas de distinción de las clases sociales, es la utilización del medio según a qué público vaya dirigido el anuncio. Un ejemplo de esto es la diferencia en los anuncios de las distintas marcas de coches según la clase social a la que se dirijan.

En el caso de una marca como puede ser Seat, que se dirige a personas con un poder adquisitivo medio, en el anuncio se centrarán en el precio del coche ya que es lo que más valorará ese segmento de la población en los anuncios.

Por otra parte, en un anuncio de una marca como puede ser Mercedes-Benz, cuyos anuncios van dirigidos a la clase media e incluso alta de la sociedad, se centran más en los valores de una marca tan prestigiosa y no en el precio de los coches, principalmente porque los consumidores potenciales de esta marca se interesan más en valores como la calidad o la seguridad del coche antes que en el precio. Es decir los anuncios de este tipo de marcas, son normalmente corporativos.

Por último se pueden encontrar algunas marcas que no hacen anuncios para medios masivos como por ejemplo televisión y radios, sino que se centran en un tipo de marketing totalmente personalizado. Esto se debe a que estas marcas como pueden ser Lamborghini o Aston Martin, producen coches para coleccionistas o personas con un muy alto poder adquisitivo, esto es una minoría de la población,  por lo que los anuncios en medios masivos serían poco eficaces.

Como idea a destacar, la publicidad reproduce esas desigualdades económicas y de status entre las distintas clases sociales a través de los diferentes medios que utiliza o a través de las ideas creativas en las que se centre, por ejemplo al tener en cuenta si es primordial la calidad o el precio.

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